miércoles, 12 de agosto de 2015

Cómo curar tu tristeza día a día

La luz del sol puede ser tu gran aliada. No permitas que tu tristeza te impida salir a la calle. Levántate cada mañana con la intención de comerte el mundo



Es posible que ahora mismo, estés pasando por un mal momento. Puede que haya ocurrido algo en tu vida, o hasta que simplemente, encuentres un vacío existencial difícil de explicar. La tristeza a veces se adhiere, ahogando nuestro corazón. ¿Cómo curarnos de ella?
Cómo vencer la tristeza poco a poco

La tristeza crónica es el sustrato de la depresión. Hemos de ir con cuidado. Piensa en la tristeza como una enfermedad que hay que curar, como un músculo que endurecer y fortalecer para golpear nuestra realidad con la mayor energía posible. Con el más grande de los ánimos.

¿Qué es lo que nos suele entristecer? Puede que te parezca que las personas somos muy diferentes, que cada una andamos envueltas en nuestro propio mundo particular. Pero en realidad, a todos nos duele lo mismo. A todos nos afectan las mismas cosas: la sensación de soledad, de no ser comprendidos o respetados. Sentimos el desprecio y el maltrato. Las mentiras y las traiciones.

Y también sufrimos a veces sin saber muy bien la razón. ¿Por un vacío? ¿Por haber llegado a un momento en nuestras vidas donde nos damos cuenta de que no somos del todo felices? En ocasiones ocurre. Y es algo normal. Te explicamos pues qué pautas puedes seguir para racionaliza la tristeza, y despegarte de ella de modo saludable.
1. Identifica qué es lo que te afecta



Puede parecerte una obviedad pero no siempre es fácil. En ocasiones es un cúmulo de muchas cosas: algo que te ha hecho tu pareja, la sensación de que no haces lo que en verdad quieres sino lo que otros esperan de ti, una desilusión… A veces la tristeza no tiene un solo color. Sino una gama compleja que hay que saber desentrañar.
2. No te quedes quieta, no te encierres en casa



La quietud nos atrapa como una enredadera. No te dejes vencer. Si empiezas a desear quedarte en casa, sin salir con los tuyos, dejando a un lado las relaciones sociales y prefiriendo estar a oscuras en la cama, la depresión ya habrá hecho mella en ti. No lo permitas. Saca energías de ti misma diciéndote que no te vas a dejar vencer, que mereces ser feliz y que toda pena es pasajera. Que todo problema tiene una solución. Nada es eterno y tú tienes derecho a encontrar tu propia tranquilidad. Esa que te hará sonreír el día menos pensado cuando te levantes por la mañana y te digas a ti misma aquello de: “Hoy me encuentro bien. Hoy voy a comerme el mundo”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario